Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Los fondos para combatir la violencia sexual en conflictos quedan relegados por el gasto militar

https://centrodememoriahistorica.gov.co/wp-content/uploads/2024/06/429789682_401164185954533_1217030601757539278_n.jpg

El informe anual del Secretario General de Naciones Unidas presentado ante el Consejo de Seguridad revela un panorama alarmante: el mundo destina a gasto militar en apenas 24 horas lo mismo que invierte en un año para combatir la violencia sexual en contextos bélicos. La representante especial de la ONU, Pramila Patten, destacó ante el organismo internacional que los recortes presupuestarios y la falta de recursos comprometen la atención a miles de víctimas de violencia sexual en conflictos armados.

El informe indica que los casos verificados de violencia sexual continúan en aumento, alcanzando más de 4.600 incidentes en 2024, lo que representa un incremento del 25 % respecto al año anterior. Sin embargo, estas cifras solo representan los casos confirmados, lo que sugiere que la magnitud real de la problemática es significativamente mayor.

Niños y mujeres entre las principales víctimas

Uno de los aspectos más inquietantes es el aumento del 35 % en los ataques dirigidos hacia niños, incluyendo a los que tienen solo un año de vida. La ONU ha registrado infracciones a los derechos humanos en 21 escenarios fundamentales, resaltando la situación en República Centroafricana, República Democrática del Congo, Haití, Somalia y Sudán del Sur. Dentro de las tendencias más preocupantes, se aprecia que:

  • Las mujeres y niñas que son refugiadas o desplazadas se enfrentan a mayores riesgos de sufrir violencia sexual.
  • La escasez de alimentos aumenta la susceptibilidad a la explotación sexual.
  • Los grupos armados utilizan la violencia sexual como herramienta para el control del territorio, reclutamiento y apropiación de recursos.
  • El maltrato continúa en centros de detención, tanto oficiales como no oficiales.

Estos elementos demuestran la necesidad inmediata de tomar medidas conjuntas y asegurar el financiamiento adecuado para resguardar a las personas afectadas.

Recortes que agravan la crisis

Patten alertó que las reducciones en el presupuesto están llevando al cierre de albergues y centros de salud, además de limitar los insumos médicos necesarios. En áreas como Sudán, Ucrania, Etiopía y Gaza, las entidades responsables del socorro deben «hacer más con menos», al tiempo que la necesidad de ayuda aumenta de manera acelerada.

La portavoz destacó que para consolidar la paz es esencial proporcionar fondos a las instituciones que la apoyan. Disminuir los fondos o flexibilizar las reglas no solo deja desamparadas a las víctimas, sino que también fomenta la impunidad de quienes perpetran estos delitos.

Objetivos y mecanismos de la ONU

El mandato de la Oficina dirigida por Patten se centra en tres objetivos fundamentales:

  1. Garantizar el cumplimiento de normas internacionales y la rendición de cuentas.
  2. Mejorar el acceso a servicios básicos para sobrevivientes de violencia sexual.
  3. Reforzar la lucha contra la impunidad en contextos de conflicto.

También, la Oficina coordina la red interagencial UN in Action, la cual ha ofrecido ayuda a miles de sobrevivientes en 18 áreas de conflicto, estableciéndose como un recurso transformador que intenta reducir los efectos de la violencia y proveer apoyo completo.

La necesidad de enfocar la protección antes que el armamento

El reporte de la ONU revela una contradicción alarmante: aunque el gasto en defensa alcanza niveles sin precedentes, los fondos para apoyar a las víctimas de violencia sexual en conflictos armados siguen siendo inadecuados. La comunidad global se encuentra ante el reto de balancear la inversión en seguridad y la defensa de los derechos humanos, asegurando apoyo a las víctimas y procesamiento para los responsables.

La alerta lanzada por Naciones Unidas subraya que actuar con urgencia no es solo una cuestión humanitaria, sino también un paso imprescindible para consolidar la paz y la justicia en contextos de conflicto.