El Subdirector Regional de ONU Mujeres, Cecilia AlemaníEnfatizó en una entrevista reciente que la implementación de políticas y sistemas de cuidado es esencial para abordar los problemas de pobreza y desigualdad en América Latina y el Caribe. Según Alemani, la región no ha podido reducir la falta de acceso a las necesidades básicas en la última década.
Impacto transformador de las políticas de cuidados
Alemani explicó que estas políticas pueden generar un «efecto transformador» en diversos ámbitos sociales y económicos, mejorando la calidad de vida de las mujeres y de la sociedad en su conjunto. Enfatizó que no sólo afectan la formalización y regulación del trabajo de cuidados, sino que también afectan la economía formal y la protección social.
Beneficios económicos
La implementación de estos sistemas puede reducir la pobreza y mejorar los costos de atención médica, entre otros beneficios. Se estima que el trabajo de cuidados no remunerado representa aproximadamente 21,3% del PIB en la región, lo que equivale a $8.417 millones por semana que las mujeres dedican a estas tareas sin recibir compensación económica.
Crisis de cuidados
Alemany identificó que la región enfrenta una «crisis histórica» en la atención que ha empeorado durante la pandemia de COVID-19. Las mujeres gastan entre 6,3 y 29,5 horas más que los hombres en trabajos de cuidados no remunerados, lo que limita su acceso a empleos de mayor calidad, incluso con niveles más altos de educación.
Avances y ofertas
Varios países de la región están trabajando para crear legislación y sistemas de atención. Los ejemplos incluyen los «bloques de cuidado» en Ecuador y Colombia, que son lugares donde las mujeres pueden dejar a sus familiares para que las cuiden mientras estudian o aprenden un oficio.
Brasil también abordará el tema de los cuidados en la próxima reunión de G20 y en COP30. Alemany propuso desarrollar mecanismos innovadores y financieros, como el canje de deuda por cuidados, que permitan mejorar la situación de los sistemas de cuidados sin depender únicamente de la financiación pública.
El programa de atención es cada vez más reconocido como crucial para transformar las relaciones de discriminación en la región. Según Alemany, este enfoque no sólo aborda las desigualdades sociales y políticas, sino que también busca mejorar el dinamismo económico en América Latina y el Caribe. La implementación de políticas de cuidado puede ser un paso significativo hacia la equidad y el desarrollo sostenible en la región.